Moscú, 19 mar (PL) Las recientes disposiciones legislativas adoptadas por la Suprema Rada de Ucrania (Parlamento), por iniciativa del presidente Petro Poroshenko, constituyen una seria amenaza para las posibilidades de una solución política del conflicto con el Donbass.
Expertos coinciden en que la versión del estatus especial para las regiones rebeldes, aprobada a espaldas de esos territorios, sepulta los esfuerzos encaminados a un arreglo pacífico de la crisis ucraniana, con mediación internacional.
La ley de un régimen especial para Donetsk y Lugansk estaba contemplada en el segmento político de los acuerdos de Minsk-2, firmados el 12 de febrero en la capital de Belarús, a instancias del Grupo de Contacto.
El expresidente Leonid Kuchmá fungió como el apoderado de Kiev en las negociaciones con representantes de Rusia, de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), y de los territorios del sureste ucraniano, levantados tras el golpe de estado, en ese país, en febrero de 2014.
Tanto Moscú como las autoproclamadas repúblicas de Donetsk (RPD) y Lugansk (RPL) esperan una reacción de Alemania y Francia, en tanto garantes de los acuerdos de pacificación, junto con Rusia.
El comisionado por la RPL en las negociaciones Vladislav Deinego declaró que el gobierno alternativo cifra en una evaluación objetiva del llamado gran cuarteto de Normandía (Rusia, Alemania, Francia y Ucrania), cuyos líderes se comprometieron a respaldar el proceso.
Consideró Deinego muy difícil anticipar un juicio sobre la actuación de los garantes europeos, a sabiendas de que la posición de Europa está sujeta a las coyunturas externas y a las presiones de Estados Unidos, aseveró.
En una apreciación de los recientes acontecimientos, el politólogo ucraniano Rostislav Ischenko dijo a Prensa Latina que no debe obviarse que Kiev violó desde el inicio los acuerdos de Minsk.
Señaló que la citada ley fue analizada por el parlamento ucraniano una semana después del plazo estipulado en el documento de 13 puntos y no se concertó con los territorios implicados, todo lo cual resta fuerza legal a dicha normativa, acotó.
La única tarea en el ámbito diplomático era cumplir las maniobras recomendadas para achacar a las RPD y RPL la responsabilidad por el fracaso de la tregua, sostuvo el presidente del Centro de análisis y pronósticos de Kiev.
En opinión del experto, debe restarse seriedad a la declaración de Donetsk y Lugansk como territorios ocupados, por cuanto se entiende que una ocupación solo es posible de un enemigo o agresor externo.
Ischenko insistió en una fuerte influencia de las fuerzas radicales dentro de la Rada, que incluso exigieron la derogación de la controvertida ley de estatus al considerarla una traición.
Para la politóloga rusa Veronika Krasheninnikova, los recientes pasos del Parlamento se inscriben en una búsqueda por Kiev de salidas contrarias a los acuerdos de Minsk.
La contraparte ucraniana intenta a toda costa y a cualquier precio crear el máximo de obstáculos al proceso de paz, declaró Krasheninnikova a esta agencia. Aseguró la experta y titular del Centro de Periodismo Internacional de la agencia Rossiya Segodnya que el gobierno de Poroshenko sigue esa línea confiado en el apoyo de Washington.
En su opinión, la presión por parte de las potencias europeas sería un factor de peso que obligaría a la cúpula política de Kiev a cumplir las avenencias de Minsk, en el supuesto de que los líderes influyentes en Europa no soportarían una continuidad de la guerra en el centro del continente.
La cuestión, subrayó Krasheninnikova, radica, empero, en la capacidad de Europa para soportar la presión de Estados Unidos y del partido interno de la guerra.
Al respecto, advirtió la intención de Kiev de legitimar la presencia en su territorio de fuerzas de la OTAN, en alusión a la petición de Poroshenko al Consejo de Seguridad de la ONU sobre el despliegue de un supuesto contingente para el mantenimiento de la paz.
El experto ruso Serguei Mijeev interpretó ese paso de Ucrania como un acto desesperado de impedir la realización de las reformas constitucionales contempladas en los acuerdos de Minsk.
Mijeev no descartó a esta agencia que toda la actuación de Kiev en su conjunto responda a Estados Unidos, cuya administración está interesada en la continuidad del conflicto ucraniano, utilizado como el caballo de troya para la confrontación con Rusia.
A la sazón, el primer ministro Arseny Yatseniuk, aseguró que Ucrania recuperará el control del Donbass por todos los medios.
Las directivas de financiamiento a las compras de técnicas de combate y movilización de reservistas constituyen otra estocada al proceso de paz ucraniano.